Después del oficialmente conocido como genocidio tutsi de 1994 y de la llegada al poder de Paul Kagame, cientos de miles de ruandeses hutus fueron obligados a huir de su país por miedo a ser exterminados.
Muchos de ellos, entre los que se encontraban niños, mujeres y ancianos, llegaron a pie hasta la antigua Zaire (hoy República Democrática del Congo), donde trataron de sobrevivir en condiciones inhumanas en los bosques y campos de refugiados del país vecino.
El ejército tutsi del RPF invadió el Este del Congo y llevó a cabo matanzas indiscriminadas hacia los refugiados hutus con la excusa de que existían asesinos o genocidas entre ellos.
Algunos afortunados consiguieron sobrevivir despuésde recorrer a pie cientos de kilómetros durante años.
Más de dos décadas después, ha llegado la hora de poner nombres y apellidos a sus historias y a su sufrimiento.
Jon Cuesta
Fran Castaño
Fran Castaño
Fran Castaño